Lo que el viento nos dejó

Por Juan Sebastián Ronchetti

Imaginemos la siguiente escena: última fecha de un campeonato muy peleado, juegan el primero y el segundo entre sí. Al primero con el empate le alcanza para ser campeón pero juega de visitante, el segundo es local pero debe ganar sí o sí.  El segundo en la primera rueda le ganó de visitante al primero por 4 a 0. La cancha está completamente llena, el visitante llevó mucha gente pero los locales copa­ron el estadio. El clima es muy hostil, el técnico visitante no puede salir a la cancha por amenazas, un dirigente piensa en no salir a jugar el partido pero el presidente no lo permite. Nadie da dos pesos por la suerte del equipo visitante. El primer tiempo termina 0 a 0.

El estadio está muy cerca del río, el viento es huracanado, " un viento que parecía de tornado“ ; dirán los testigos. En el segundo tiempo, el local tiene el viento a favor. La pelota volaba sola hacia el arco visitante, la gente rugía, un defensor visitante detiene un balón sobre la línea faltando 12 minutos para el final. Los hinchas locales se entusiasman dicen : " ya va a llegar, solo necesitamos un gol ".

Por fin, el arbitro marcó el final del partido. El gol nunca llegó. El visitante fue el campeón. Incluso, dicen algunos, que en esa ciudad el viento nunca volvió a soplar. Los viejos hinchas de Arsenal ya deben haber reconocido a los protagonistas, el segundo y local fue Def. de Cambaceres , el primero y visitante fue Arsenal. Aquel sábado 12 de diciembre de 1964, Sarandí volvió a festejar con su hijo prodigo, pero ahora el ascenso era a la primera " B ", la antesala del fútbol grande.

El campeonato fue muy peleado, tres equipos se alternaron la punta y lucharon hasta el final, Arsenal ( campeón ), Alte. Brown subcampeón ), Def.de Cambaceres ( tercero ).

Arsenal logró el campeonato con 25 partidos ganados, 6 empatados y 3 perdidos, sumó 56 puntos, convirtió 96 goles y solo le convirtieron 20. Además fue el equipo que mas goleadas logró ( 9 ), entre ellas la memorable goleada a Brown de Adrogue por 9 a 0, en aquella oportunidad Crónica tituló : ARSENAL BOMBARDEO Y QUEDO SOLO.

En aquel partido con Cambaceres , Arsenal formó con Lunardelli, Bono, Fernández y Urriste ; Celko, Cihuarriet, Grudzien, Gondona y Cid. Dt : J. Elena. La recaudación fue muy buena : $ 418.120, todo Sarandí se fue hasta Ensenada, por lo menos se fletaron 30 micros que fueron testigos del partido, del desmesurado viento del Río Santiago y del coraje con que los once de celeste y rojo lograron el titulo. En la re­serva ya hubo de todo, un jugador de Arsenal expulsado por obscenidades y un policía que le pegó un " gomazo " y lo dejó retorciéndose de dolor. Un dirigente de Arsenal que le pedía a Julio Grondona : - Mejor damos los puntos, nos van a matar a todos.

A lo que el presidente de Arsenal contestó : - Aunque nos maten salimos a la cancha.

El D.T. de Arsenal, Juan Emilio Elena, no pudo salir a la cancha porque lo querían agredir, por eso salió Bufatelli como técnico. La táctica fue conservadora, pero todos los diarios afirman que Arsenal fue mejor, fue sólido, que atacó poco pero mejor, que Cambaceres sólo tuvo al viento.

El diario El Mundo en una hermosa nota retrató lo sucedido en las páginas centrales de su edición dominical del 13 de diciembre, otro diario tituló : A. De Sarandí . Campeón, el grande de la C, solo tuvo dos adversarios, Cambaceres y Alte. Brown.

Los periodistas de El Mundo, escribieron : Terminó el partido. En la cancha, Héctor Grondona desahogó su emoción trepando al alambrado. En los vestuarios su hermano estaba enloquecido... jamás vimos una emoción tan sincera, tan pura, tan incontenible y contagiosa (y no es la primera vez que vamos a un vestuario campeón), quizás porque tiene algo de amateur.

Los logros de Arsenal en esos años son incomparables , ya estaba en la " B " y pensar que ha­bía debutado en la " D " tan solo cuatro años antes. Por eso el 19 de diciembre de 1964, el recientemente inaugurado estadio del viaducto se vistió de gala para recibir a los campeones que festejaron el ascenso en un partido contra Los Andes que Ar­senal ganó por 5 a 1 con la presencia en sus filas de " hacha brava "' Navarro.

La vuelta olímpica se logró con tanto esfuerzo que todos los dia­rios resaltaron la garra de nuestro equipo, aunque otro diario publicó en su crónica del partido con Cambaceres el siguiente párrafo Cuando terminaron los primeros 45 minutos del partido, nadie del público daba un centavo por la suerte de Arsenal.

Cuan equivocados los del público, ya que se estaban olvidando del valor de nuestro nombre, ARSENAL y del coraje de nuestros once jugadores.